Según la tradición de la Iglesia madre de Jerusalén, María de Nazaret y su madre, santa Ana, pertenecían a una familia de hilanderas, de tejedoras. De hecho, existe la creencia de que María estuvo dedicada a tejer para el Templo de Jerusalén y de que su padre, Joaquín, pertenecía a la tribu de los sacerdotes. Por eso estarían emparentados Joaquín y Zacarías. El artista franciscano y brasileño residente en Roma, Sidival Fila, trabaja con telas. Aquí presento una obra suya en lino blanco, que me sugiere cómo ante los desgarros y heridas del tejido y del mundo, “Jesucristo enhebra los hilos de nuestro tiempo”, por tanto, su Encarnación es garantía de que “todo terminará bien”. FELIZ NAVIDAD y ESPERANZADOR AÑO NUEVO para y con las personas migradas. GRACIAS.
A vuestra disposición, siempre,
Xabier OP
