Con motivo del Día Internacional de Pueblo Gitano el Departamento de Pastoral con los Gitanos de la Conferencia Episcopal Española ha preparado un serie de materiales para celebrar este día y conmemorar a los beatos, grandes compañeros de camino de este pueblo, que como decía San Pablo VI, “Está en el corazón de la Iglesia”. El lema elegido, en medio del camino sinodal es “Caminando juntos en la fe“. Este año, al coincidir con el sábado santo, se ha elaborado un material sencillo y breve. Monseñor Jose Antonio Satué, Obispo de Teruel y responsable de esta pastoral señala que los objetivos de esta campaña son:
Concienciar a la comunidad cristiana acerca de la realidad de los gitanos y de la pastoral gitana.
Dar a conocer la riqueza espiritual de los gitanos y la vida de los beatos gitanos en particular.
Favorecer cauces de colaboración entre las parroquias y la pastoral gitana.
Fundiéndonos como la fragua para ser uno con todo lo creado
José Emiliano Rodríguez Amador, trabajador, padre de familia, y laico de la Archidiócesis de Granada, es el Director del Departamento. Con ocasión de esta festividad ha escrito la siguiente carta:
Querida familia gitana:
El próximo 8 de abril celebramos el día Internacional del Pueblo Gitano, y lo hacemos 52 años después del primer Congreso Mundial Gitano celebrado en Londres en 1971, congreso donde por primera vez se institucionaliza nuestro himno y nuestra bandera. Compartimos pueblo, himno,costumbres, cultura… y una bandera que nos hermana.
Pero esta bandera no es una simple tela colorida con una rueda de carro estampada. Es un signo que nos
identifica, nos da sentido como pueblo y nos recuerda nuestro peregrinar por la tierra que anduvieron
nuestros gitanos y nuestras gitanas de antaño, creando en nosotros esta bandera nuestra identidad.
Azul, como el cielo abierto que nos recuerda la libertad sin fronteras al Pueblo Gitano con la mirada
siempre elevada hacia lo trascendente, hacia el misterio, hacia Dios. Una mirada celestial, que desde los
distintos lugares de la tierra por donde nos encontramos, nos une al Creador y a todo lo creado allá por
donde pasamos sabiendo que el cielo es nuestro techo y destino final.
Verde, como la esperanza, la fuerza, la templanza… pero para el Pueblo Gitano además es lo creado
como los bosques, los prados los caminos por donde se anduvo en busca de un hogar. Con ese verde
sentimos la tierra en nuestros pies recordando el sendero que nuestros mayores pisaron. Tenemos la
vista puesta hacia la naturaleza, lo humano y terrenal fundiéndonos como la fragua para ser uno con todo lo creado.

A Dios le damos las gracias por el regalo diario que nos da, sembrando en ese verde las semillas de
libertad y de fe que se convierte en un fruto al cual queremos compartir con todos los hermanos y hermanas.
El cielo y la tierra se funden en nuestra rueda roja, aquel símbolo del carro de nuestras gitanas y nuestros gitanos viejos que tantos caminos recorrieron, senderos de incomprensión, persecución y odio, pero que fuimos avanzando por amor a Dios, la familia y la vida. La rueda fue el movimiento que salvó muchas veces nuestras familias de aquellos duros momentos. Esa rueda se convierte, pues, en motivo de salvación. Ahí ponemos nuestra mirada, en la Salvación, pero no en una cualquiera, sino en la salvación que nos ofrece Dios por medio de su Hijo, Jesucristo. Aspiramos a estar en su presencia, a poder compartir con Él el banquete celestial.
Ojalá nuestra bandera nos recuerde siempre enfocar la mirada hacia el cielo, sabiendo que pisamos tierra y que nuestra vida es un peregrinar constante hacia Dios.
Que los Beatos Ceferino y Emilia, y el siervo de Dios Juan Ramón nos acompañen en el itinerario y rueguen siempre por nosotros. A ellos nos encomendamos el Pueblo Gitano y a toda la Iglesia.
Majarí Calí bendice a tu pueblo, protégelo bajo tu manto y condúcelo siempre a Cristo.
¡ FELIZ DÍA INTERNACIONAL DEL PUEBLO GITANO !
Recibid un abrazo en Cristo
Departamento de Pastoral con los Gitanos