El 5 de marzo de 2022 se celebró en Bilbao el encuentro de Migraciones de la zona Norte, con la participación de las diócesis de San Sebastián, Pamplona-Tudela, Calahorra y La Calzada-Logroño y Vitoria.
En el encuentro participaron más de 50 personas de los diferentes grupos interculturales y de entidades sociales de Iglesia, venidas de cada una de las diócesis, en un ambiente participativo y alegre. Todas las personas tenían ganas de encontrarse, de estar, de intercambiar ideas después de estos dos años de parón tras la pandemia.
La jornada tuvo como lema la llamada a ser “Adiskide eta Senide, Comunidades Acogedoras, al hilo del Mensaje del papa Francisco, “Hacia un “nosotros” cada vez más grande”.
En el encuentro contamos con la presencia de Xabier Gómez, director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE) que invitó a vivir de forma activa la participación en las Iglesias locales “desde la llamada a ser personas misioneras como personas migradas e integradas en la sociedad y la Iglesia”.

Señaló la importancia del acompañamiento y la construcción de comunidades que sean hogar, para lo que es necesario cultivar una serie de actitudes que vayan generando una integración real y una renovación de las comunidades. De ahí la importancia de tener una mirada contemplativa, que no es otra cosa que una mirada desde la fe profunda sobre lo que sucede en la vida de las personas y en nuestros pueblos para redescubrir la solidaridad que ya existe. De crecer en creatividad para imaginarnos espacios de encuentro donde todas las personas tengamos un lugar. De salir de las zonas de confort para ir a los espacios dónde se promueve la dignidad humana y ser una iglesia de puertas abiertas, donde nos sintamos en familia.
Tras la exposición por parte de Xabier Gómez, tuvimos un tiempo de trabajo por grupos con el objetivo de señalar algunas cuestiones importantes de la comunicación y para poder compartir nuestras experiencias en las comunidades y proponer sugerencias de cara a construir comunidades acogedoras. Las ideas más señaladas fueron la necesidad de aportar, de poner en valor lo que cada uno puede dar desde su experiencia y la de crecer y construir juntos la comunidad. El encuentro terminó con un compartir informal y fraterno.

“Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos” (Francisco, Fratelli Tutti, n.9).
Marije Calvo
Pastoral de Migraciones
Diócesis de Bilbao