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Mundo en cambio y “Transiciones” sociales, hilo conductor de las III Jornadas Sociales Católicas Europeas en Bratislava

  • Categoría de la entrada:Acción caritativa
  • Tiempo de lectura:7 minutos de lectura

Crónica de Domingo Sugranyes, participante junto a Natalia Peiró (Cáritas Española) en la delegación de la Conferencia Episcopal Española.

La tercera edición de las Jornadas Sociales Católicas Europeas (después de las de Gdansk, Polonia en 2009 y Madrid en 2014) tuvo lugar en Bratislava, Eslovaquia, del 17 al 20 de marzo de 2022, copresidida por el presidente de la Conferencia Episcopal eslovaca Mons. Stanislav Zvolensky (arzobispo de Bratislava), el presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa Mons. Gintaras Grusas (Lituania) y el presidente de la COMECE, el Cardenal Hollerich (Luxemburgo). La sesión inaugural contó con la presencia de la presidenta de la República eslovaca. El primer ministro eslovaco asistió a la oración ecuménica en la catedral, organizada por la Comunidad de San Egidio. Entre los participantes presenciales, unos 150 (número limitado por las normas COVID), había una amplia representación de las conferencias episcopales del Este, Centro y Norte de Europa.

Las noticias angustiosas de la guerra en la vecina Ucrania marcaron cada momento del encuentro. Destacaron en este sentido las intervenciones del Cardenal Czerny, recién llegado de su visita a Ucrania occidental donde afluyen personas desplazadas de todo el país, y de Mons. Dzyurakh, obispo de la Iglesia Griego Católica ucraniana. Los horrores de la guerra estuvieron presentes especialmente durante unos actos litúrgicos multilingües preparados con especial esmero y delicada atención, que se celebraron en la catedral y en otra iglesia cercana al lugar de reuniones.

La temática del encuentro proponía tres áreas:

  • demografía y vida familiar
  • tecnología y digitalización
  • ecología.

Los tres temas estaban caracterizados como “transiciones” para impulsar un debate que estuviera basado en la observación de los cambios en curso, y orientado a la acción.

Después de la sesión introductoria, cada una de las tres sesiones temáticas incluían una ponencia de conjunto, una mesa redonda de tres expertos, y sesiones en grupos de trabajo lingüísticos (en parte presenciales, en parte online para los participantes que seguían las jornadas en videoconferencia). En la sesión final se presentaron síntesis de los grupos de trabajo.

El programa se abrió con una sesión introductoria general sobre desafíos y oportunidades socioeconómicas y ecológicas (Sor Cécile Renouard, Francia) y teológicas (Prof. Milos Lichner, Eslovaquia). La primera presentó una acumulación de datos en una visión netamente pesimista. Llama la atención que no citara los aspectos geopolíticos – tan presentes por otro lado en la mente de todos – y no intentara situar los procesos descritos en una dinámica económica de conjunto. La introducción del teólogo se situó en una línea de diálogo dinámico, con un llamamiento inicial: “no mirar atrás hacia un pasado imaginario”.

La sesión sobre demografía y familia empezó con declaraciones de una comisaria europea y de un ministro eslovaco, pero faltó en mi opinión una ponencia de conjunto que abarcara situaciones muy diferentes según los países. Ante las repetidas denuncias del “invierno demográfico” europeo, fue impactante, y quizás polémica, la intervención de un experto húngaro, el único en referirse a políticas familiares concretas (que no detalló, pero que aparentemente se inspiran en ideas muy distintas a las de las corrientes mayoritarias en Europa). En el resumen final, presentado por Maria Nyman (Cáritas Europa), se habló entre otros temas de educación, del efecto de las migraciones, del papel de la mujer y de los abuelos, de una “teología del cuerpo”, de la preparación al matrimonio y del acompañamiento a las familias jóvenes, y de un concepto de fertilidad que va más allá de la sola estadística de nacimientos y decesos. En general, se admitió una presencia algo marginal y una credibilidad limitada de la Iglesia en los debates sobre la familia. Curiosamente, no se mencionó en ningún momento las cuestiones del aborto y de la eutanasia.

Sobre tecnología y digitalización, la ponencia de Mons. Paul Tighe (Pontificio Consejo de la Cultura) presentó con fuerza sintética el contexto cultural y socioeconómico que se ha creado en torno a las tecnologías digitales. En la mesa redonda (moderada por mí) intervinieron con concreción y precisión la presidenta de la JOC internacional (con testimonios de la transformación del trabajo), el presidente de los empresarios católicos alemanes (con doce tesis sobre la ética digital), y una parlamentaria europea eslovaca. La síntesis de los grupos de trabajo, presentada por el italiano Luca Jahier (expresidente del Comité Económico y Social europeo), aportó muchas ideas en tres ejes: comprender la transformación, gobernarla, y alimentarla con la reflexión ética de la tradición cristiana. Se hizo especial hincapié en la importancia de la tecnología digital en la guerra y en los actuales bombardeos en Ucrania. Jahier concluyó con la esperanza de un “nuevo Renacimiento”, con todo lo que este concepto supone como disrupción y avances. En la sesión final, el Cardenal Hollerich habló de la necesidad de un trabajo más profundo y detallado sobre estos temas en el ámbito de COMECE.

En la cuestión ecológica, la ponencia corrió a cargo de una experta austriaca e internacional, Helga Kromp-Kolb, que insistió en particular sobre los actuales niveles insostenibles de consumo. Frente a dudas sobre el crecimiento económico, su respuesta es: dejemos de pensar en si hay o no crecimiento, y centremos la atención en definir unos objetivos eficientes y suficientes para todo el planeta. La mesa redonda no aportó elementos distintos. En el resumen de los grupos de trabajo, muy bien presentado por Josyane Gauthier (CIDSE), se insistió en particular en la conveniencia de presentar un mensaje positivo sobre la sociedad en la que queramos vivir y los beneficios que se obtendrán con la reforma ecológica, más que en lo que haya que “sacrificar” (una palabra que no es escuchada en la mentalidad actual). Mencionó los difíciles conflictos de interés planteados por la acción ecológica, que para la Iglesia es inseparable de la acción social. Se habló de lo que puede hacer la Iglesia en cuatro ámbitos: enseñar y educar, acompañar los cambios, hablar proféticamente, y “abogar” (advocate) concretamente ante las autoridades sobre temas regulatorios.

El P. Manuel Barrios, secretario general de COMECE, anunció la próxima edición de las Jornadas para 2027; la sede aún no está decidida.

Domingo Sugranyes