Una nueva edición del Boletín Puente (113) da cuenta de las numerosas actividades en prisión durante las fechas navideñas
Por Florencio Roselló, Director de Pastoral Penitenciaria de la CEE
Al revisar estel número 113 de nuestro Boletín Puente, no puedo reprimir una reacción de exclamación positiva y de felicitación a la vez. Y me digo, ¡cuánta gente de Pastoral Penitenciaria ha estado esta Navidad en prisión! ¡Nos hemos quedado! ¡No nos hemos marchado! La mayor parte de la actividad de estos días la hemos generado nosotros, la Iglesia comprometida en prisión.
Una realidad innegable es que cuando llegan los días de Navidad, muchos profesionales, maestros, ONG, undaciones, y entidades toman vacaciones, descansan del día a día. La prisión baja de dinamismo y desciende el ritmo de actividades, inclusive hay más silencio, más tranquilidad. Y, en cambio, la Pastoral Penitenciaria
sigue al pie de la cárcel, no se va. Nuestro sitio está allí. Y este número 113 de nuestro Boletín Puente es testigo silencioso, pero gozoso, de nuestro compromiso.
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