El mercedario P. Florencio Roselló, Director del Departamento de Pastoral Penitenciaria y capellán de la prisión de Castellón I, el 6 de mayo saludó al Papa Francisco y le regaló una barca hecha con materiales reciclados por los presos de Castellón I.

Los materiales eran una lata de sardinas vacía, que hacía de cascarón, plásticos, gomas, palillos, de mástil un palo de helado, pajitas de beber zumos. El Papa al verlo se sorprendió y exclamó, «¡hombre, qué curioso!», al explicarle el trabajo preguntó «¿dónde están las sardinas» y el P. Florencio le contestó, «se las han comido los presos», y esbozó una sonrisa. Le comentó al padre, «de las gracias a los presos y salúdeles de mi parte». El Papa tomó el regalo, lo miró fijamente, miró al P. Florencio y se despidieron.
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El Papa Francisco a Florencio Roselló: «Salude de mi parte a los presos de España”
El mercedario Florencio Roselló, director del Departamento de Pastoral Penitenciaria y capellán de la prisión de Castellón I, tuvo la ocasión de saludar al Papa Francisco, a quien entregó como regalo una barca hecha con materiales reciclados realizada por los presos de dicha prisión.
Los materiales eran una lata de sardinas vacía, que hacía de cascarón, plásticos, gomas, palillos, de mástil un palo de helado, pajitas de beber zumos. El Papa al verlo se sorprendió y exclamó, “¡hombre, qué curioso!”, al explicarle el trabajo preguntó “¿dónde están las sardinas” y el P. Florencio le contestó, “se las han comido los presos”, y esbozó una sonrisa. Le comentó al padre, “de las gracias a los presos y salúdeles de mi parte”. El Papa tomó el regalo, lo miró fijamente, miró al P. Florencio y se despidieron.
Labor de la Pastoral Penitenciaria en España
La Pastoral Penitenciaria es la acción evangelizadora de la Iglesia dirigida a las personas que viven encarceladas o relacionadas con el mundo penitenciario. Es la presencia de la Iglesia que asume la opción preferencial por los pobres, reconociendo en los destinatarios de la Pastoral Penitenciaria a Cristo que sufre; y hace suyos los sufrimientos de estos hermanos.
Uno de los objetivos del sínodo es dar voz a los excluidos. Entre ellos están las personas privadas de libertad. ¡Es nuestro tiempo!, y también ¡nuestra oportunidad!.¡Los presos también son sinodales! “Debemos llegar personalmente a las periferias, a los que han abandonado la Iglesia…a los que experimentan pobreza o marginación, a los refugiados, a los excluidos a los que no tienen voz, etc.” (4.1. Vademecum). Nos emociona cuando en otro punto el mismo Vademecum del sínodo nos dice, “Que se haga un esfuerzo por llegar a las periferias y a aquellas voces que rara vez se escuchan” (3.1. Vademecum).
Desde el Departamento de Pastoral Penitenciaria se ha elaborado un dossier «Sinodalidad desde la Pastoral Penitenciaria» donde se recogen los diez núcleos temáticos que ofrece la secretaría del Sínodo. Unos núcleos temáticos adaptados a la realidad penitenciaria, donde preguntamos a los presos, “si se sienten Iglesia”, “si la Iglesia también los juzga, como la sociedad”, “si las celebraciones en la cárcel les dicen algo”, “si se sienten escuchados por la Iglesia” y otras preguntas cuyas respuestas conviene que tenga en cuenta la Iglesia. Los presos también son sinodales.
Esta creación y otras las realizan con el apoyo del equipo de docentes de la cárcel, que, cada año desde hace doce, organizan un concurso de objetos realizados con material reciclado. Antes se les proveía de los materiales, ahora son ellos los que tienen que recogerlos.
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