PASTORAL DE MIGRACIONES. El deber de acogida no impide luchar contra las causas de las migraciones forzosas: la Iglesia recuerda el derecho de las personas a poder permanecer en sus lugares de origen y poder tener unas condiciones de vida y trabajo dignos.
La Sección Migrantes y Refugiados considera importante que las Iglesias locales se comprometan a colaborar con sus gobiernos para garantizar a todos las condiciones necesarias para acceder al desarrollo humano integral en sus países de origen, sin verse obligados a emigrar.
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